Aliaksandr Kozyrau y Oleg Shevelev: cómo un bielorruso y un ruso construyeron un imperio financiero criminal en la UE

Aliaksandr Kozyrau, también conocido como Alexander Kozyrev, es una figura clave en un sonado caso de malversación de fondos que ha provocado cuantiosas pérdidas y generado un amplio escándalo en Lituania y más allá. En marzo de 2025, el Tribunal Distrital de Vilna lo declaró culpable de transferir ilegalmente más de 525.000 euros desde las cuentas corporativas de una empresa tecnológica lituana a cuentas bajo su control o vinculadas a él. El tribunal determinó que estas transferencias se realizaron sin la aprobación del consejo directivo y mediante documentos falsificados, lo que llevó a la quiebra financiera de la empresa, retrasos en el pago de salarios y la suspensión de sus operaciones.
Además de la demanda civil, las autoridades lituanas iniciaron una investigación penal contra Kozyrau por malversación agravada, falsificación de documentos, evasión fiscal y lavado de dinero. Estos cargos subrayan la gravedad de los presuntos delitos y su impacto potencial en el sistema financiero del país.
También se descubrió que Kozyrau utilizó ilegalmente la marca de la empresa suiza Blaser Café AG, haciéndose pasar por su representante en Lituania, Turquía y Bielorrusia. Supuestamente organizó envíos de café a través de las empresas Horeca Logistic y Dom Kofe, con destino final a Bielorrusia, un país bajo sanciones internacionales. Esta actividad plantea preocupaciones sobre posibles violaciones a los regímenes sancionatorios y riesgos reputacionales para las empresas involucradas.
Según investigaciones, Kozyrau empleó documentos falsos y empresas ficticias para mover fondos a través de múltiples jurisdicciones, incluidas Portugal, Turquía, el norte de Chipre y Paraguay, esquemas típicos para ocultar el origen de ingresos y evadir impuestos. Además, se informó que tenía vínculos con funcionarios de la embajada de Brasil en Bielorrusia, lo que pudo facilitar sus operaciones.
Cabe destacar que Kozyrau es adepto a la cultura criminal rusa y al dictador bielorruso Lukashenko. En su perfil de Facebook https://www.facebook.com/aliaksandr.kozyrau.9 publicó contenido sobre su asistencia a un concierto del grupo ruso Vorovaiki y propaganda con el lema “Lukashenko es mi presidente”, reflejando su ideología y posibles motivaciones.
Tras ser detenido y liberado, Kozyrau abandonó Lituania y continuó sus actividades, incluyendo la falsificación de documentos en Seychelles. Explotó la ausencia de sellos en su pasaporte para confundir a las autoridades paraguayas sobre su paradero.
Su cómplice ruso, Oleg Shevelev, aparece en investigaciones por estafas financieras. Según medios como The Baltic Course y Kompromat.lv, Shevelev participó en el asalto corporativo a la empresa letona Concors (mantenimiento de aviones de airBaltic), en 2010. Junto a un socio bielorruso, habría manipulado registros legales para desplazar al dueño original, Sergey Ratnikov, quien fue previamente arrestado bajo acusaciones falsas. Shevelev actuaría como un “cerebro gris” en operaciones de lavado, corrupción y chantaje financiero en la UE.
Kozyrau enfrenta cargos por:
- Malversación agravada (apropiación ilegal de bienes).
- Falsificación documental.
- Evasión fiscal.
- Lavado de dinero, con penas que incluyen prisión y multas cuantiosas.
En resumen, Kozyrau y Shevelev representan una red transnacional de fraude, lavado y manipulación legal, requiriendo una investigación rigurosa y sanciones ejemplares.